6 de diciembre

El dolor del pasado viaja a hombros del lamento
que arrastra el cruel delirio del rastro de tu tormento.
No tienes que olvidar pero debes vivir con ello
y convertir en fuerza lo que fue tu sufrimiento.

Y tú miraste al sol y te levantaste del suelo
y despacio entre cenizas te viste renaciendo,
como el suave susurro de la arena en el desierto,
como el rumor de esperanza en la nieve de este invierno.

Eres de la existencia conocedor y maestro
que de la propia y de otras mentes se ha ido enriqueciendo.
El fénix que voló desde la locura hasta el cielo
y que aún envuelto en lágrimas y cortes tuvo un sueño.

Y toda cobardía se condenará al destierro
y ciertas luces brillantes te servirán de aliento,
porque todas las dudas se marcharán con el viento,
porque todo lo bueno nos llegará con el tiempo.

Cuando sueñas con volar te caes incluso durmiendo
y la injusticia te acecha y te acosa con esmero.
Todos los que te rodean mienten y están fingiendo.
Vivir, confiar, amar y ser feliz es todo un reto.

Y el aire se levantará para que alces el vuelo
y sacarás de tu alma la agonía y el veneno,
sabiendo que algún día sanarás tu apaleamiento,
sabiendo que algún día te desprenderás del yelmo.

La tinta o la saliva que refiere tus desvelos
delata el color o el sabor de tu discernimiento.
La sabia integridad en el ritmo de tus consejos
contagia, y los oídos que te escuchan van creciendo.

Y ahora no puedes ni imaginar la salida, y pienso
que ojalá pudieras creer en ti como yo creo,
pero algún día al fin podrás sentir lo que yo siento,
pero algún día podrás ver en ti lo que yo veo.

Efímeras palabras se derriten como el hielo
mientras ciertas miradas son suspiros de deseo.
Y a veces, por el contrario, es necesario que hablemos
y echemos los temores para poder ser sinceros.

Y permaneceré contigo en cada error o acierto
con ganas elogiando y con dulzura corrigiendo,
para dejar constancia de mi paz en tus infiernos,
para que nunca vuelvas a sentir que estás muriendo.

Hasta que sólo queden de tu miedo sombras vanas
que se evaporarán con luz de tu alma renovada.